Se le cayó encima un portón del CEC 801 y Consejo Escolar aguarda respuestas sobre la cobertura del seguro
Una mujer fue al establecimiento a inscribir a su hijo y al salir abrió el portón por sus propios medios y se le vino encima. Se golpeó la cabeza, un codo le quedó inmovilizado y tiene una bota ortopédica en el pie, por lo que está con traumatólogo y keniosología. En el Consejo Escolar le dijeron que es la primera vez que pasa. Elevaron consultas a La Plata y al seguro para evaluar la responsabilidad civil.
Yanina Sabattini no puede mover el brazo, tiene un huevo en la cabeza, un golpe fuerte en el hombro y usa una bota ortopédica por las lesiones que sufrió en el pie, todo producto de un accidente que ocurrió el viernes 29 de septiembre en el Centro de Educación Complementaria (CEC) 801 de Belgrano y Aulí, recientemente reinaugurado.
Ese día, Yanina y su marido habían ido a inscribir al nene, porque le quedaba más cerca del trabajo. No había lugar, pero quedó en lista. Mientras él la esperaba afuera, ella salió del edificio, atravesó el patio hasta el portón de calle Aulí y cuando lo fue a abrir se le cayó encima.

La mala suerte quiso que intentara abrirlo hacia el lado que no corresponde, pero como no habia traba alguna —la colocaron el lunes siguiente al hecho—, el portón de rejas se salió de eje y cayó sobre ella, golpeándola en diversas partes del cuerpo.
El marido de Yanina observó todo y fue a socorrerla. Tocó timbre a las autoridades del CEC 801 y la vicedirectora fue hasta la Guardia a buscar una silla de ruedas para llevarla a que la atendieran.
En el CEC 801 labraron un acta y Yanina hizo lo propio en el Consejo Escolar, porque las autoridades del establecimiento le dijeron que el seguro no cubre a terceros sino a docentes, auxiliares, alumnos e integrantes de la cooperadora.

En el Consejo Escolar le informaron lo mismo. Consultaron documentación y, como “es la primera vez que pasa una cosa así”, elevaron consulta formal a la Dirección General de Cultura y Educación en La Plata para que les confirmen cómo proceder.
A su vez, elevaban al seguro la denuncia correspondiente para adelantar pasos, puesto que entienden que la cobertura debería correr porque, como el sentido común indica, de otra manera no podría ingresar nunca nadie por fuera del personal, los alumnos y la cooperadora ni para una reunión, firmar un acta, hacer un trámite o presenciar un acto de sus hijos.
Mientras tanto, Yanina va periódicamente al traumatólogo y cumple con sesiones de kinesiología. Aunque tiene obra social, debe pagar cada consulta con los médicos, las radiografías y los medicamentos, todo desde su bolsillo porque por lo pronto no hay seguro que se haga cargo del accidente que sufrió.
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