Se varó otro barco en el Río Paraná
Hace aproximadamente un mes, un buque sufrió la rotura de la pala del timón justo cuando transitaba por el Paso de los Ratones y todavía está siendo reparado en el puerto local. Es de nacionalidad chipriota y circulaba cargado con 40.000 toneladas de soja. El sábado pasado, en el mismo sector del Paraná, otro barco de bandera panameña también cargado con harina de soja se varó aparentemente por una falla humana pero fue remolcado al día siguiente.
Desde hace aproximadamente un mes, en las aguas del riacho Baradero, frente al puerto local, se encuentra estacionado un barco de origen chipriota que en el momento justo que navegaba frente a la ciudad sufrió un desperfecto.
El barco, de 220 metros de largo y cargado con 40.000 toneladas de soja, provenía del puerto de la ciudad de San Lorenzo y tenía como destino un puerto de China.
En el momento justo que atravesaba el Paso de los Ratones sufrió la rotura de la pala del timón, situación que motivó su detención y traslado al puerto para comenzar con su reparación, pues no había forma de que continuara su trayecto hacia algún taller especializado.
El sábado pasado a las dos de la madrugada, un barco de bandera panameña solicitó intervención de la Subprefectura tras haber sufrido una varadura. Fue también a seiscientos metros de la boya que da inicio al Paso de los Ratones, a la altura del kilómetro 290 del Río Paraná, sobre la margen derecha de la Isla del Medio. Como en este caso, el buque se encontraba totalmente fuera del canal principal donde pasan todos los buques de San Lorenzo a Buenos Aires no se produjo ningún tipo de obstrucción.
El Prefecto Alejandro Castellú confirmó que las causas de la varadura surgirán de la investigación que se inició esa misma mañana, porque una comisión de sumarios subió a bordo y desembarcaron recién a la noche, después de tomar declaración al capitán, primer timonel y práctico, con la ayuda de un traductor aportado por la agencia marítima. Pero se cree que podría haber habido un error humano.
También este barco había partido de San Lorenzo con destino al puerto de Quequén, Necochea, donde debió completar su carga. Transportaba 43.000 toneladas de harina de soja, y es una nave de importantes dimensiones, unos 229 metros de eslora, 32 metros de manga y un calado de casi diez metros. Aunque la primera revisión no había registrado averías, se consideró que podría haber una entrada de agua y por eso después de que dos remolcadores hicieran zafar de la varadura, el buque debía dirigirse a Puerto Buenos Aires, para ser inspeccionado por buzos y en caso de existir avería, repararla.
En cuanto a la situación de dos casos similares en escaso tiempo, Castellú explicó que las coincidencias responden a que en el mismo canal circulan unos 20 buques diariamente. La mayoría proviene de San Lorenzo porque allí existen 16 terminales portuarias donde se carga el mayor porcentaje de cereal que se exporta del país.
Ardua tarea
El trabajo que se está realizando sobre el buque chipriota que permanece en el puerto, es una verdadera “obra de arte” según explicaron fuentes de la Subprefectura. Quizás el lugar y las comodidades no son las mejores pero no había opciones. El barco se rompió y no podía seguir ya que se le averió la pala de timón que no le permite continuar navegando.
De los trabajos están participando personal especializado de una empresa capitalina, entre ellos, buzos y mecánicos, más el aporte de algunos sampedrinos.
La labor es puntual, se debió retirar mercadería para dejar a la intemperie la pala, poder retirarla y trasladarla hasta el puerto para que pueda ser reparada. Es por eso que se puede apreciar que gran parte de la proa se encuentra hundida, pues al retirarle la mercadería la fuerza que ejerce el barco se inclinó hacia la popa. De esa forma se podrá trabajar sobre el sector averiado que quedó suspendido a unos dos metros del agua.
Las tareas marchan dentro de los parámetros normales y se estima que en un mes el barco podrá seguir viaje hacia el continente asiático.