Seis millones para pasar papelones radicales con una sala velatoria en un centro de salud
Paola Basso, Lucas Pisani, Hugo Binimelis y Yanina Batalla superaron la imaginación cuando presenaron un proyecto para que los deudos despidan a sus muertos en un centro de salud al que creían abandonado. El video completo.
Es imposible ser fiel a la versión original del disparate que llevó a los cuatro concejales de la Unión Cívica Radical a adelantarse a presentar un proyecto y enviarlo a La Opinión como “una gran idea para ahorrar recursos”. El expediente es el número 5191/2024 sellado e ingresado con fecha 30 de Abril a las 13.20 horas. Desapareció.
Como se sabe, los legisladores locales implican promedio una erogación de un millón y medio de pesos por cabeza. Al desatino de la edil Capelletti que quiso adherir a una ley provincial sin darse tomar en cuenta una ordenanza existente, esta semana se sumó el record del absurdo.
Dos de los cuatro concejales mencionados trabajan en el ámbito de la salud pública y la Dra. Basso ha sido funcionaria en la Asesoría Letrada durante muchos años como para desconocer que el Centro de Salud de Villa Depietri que funciona frente al cementerio no solo cuenta a diario con decenas de pacientes sino que es uno de los que mejor funciona. Con sólo pasar por el lugar, podrían haberse dado cuenta que la iniciativa que cuenta con un sinúmero de argumentos, no se presta a confusiones.
“¿Dónde decís que quieren instalarla?”, le preguntó Lilí Berardi a Pisani cuando envió la copia que dijo haber ingresado al Concejo Deliberante para su consideración. “Dame un ratito”, respondió el concejal y médico que presta servicios en el ámbito del Hospital. El “ratito” pasó y el proyecto quedó en la nada y para “reconsiderar”.

Lo cierto es que los cuatro firmaron el ejemplar que propone despedir a los seres queridos que no puden acceder al servicio de Coopser o de Secchi, en el CAP (Centro de Atención Primaria) de Depietri. Podría prestarse a cierta confusión si se toma en cuenta que el primer centro de atención de la zona funcionó en el caserío, pero… esa histórica edificación ya está arruinada por haber sido tomada como depósito de materiales de la malograda empresa constructora y “cooperativa” ALFA.
También se le preguntó al edil de cuánto imaginaba que sería el ahorro para el erario público. Respondió “mas o menos 50 muertos por año”. Increíble porque además refirió que “a Hugo Binimelis le dijo Baraybar que el CAP está abandonado”. Mucho más increíble.
Lo cierto es que el 31 de diciembre de 1984, a iniciativa del por entonces Concejal José Alberto “Pepe” Sánchez Negrete ya había una ordenanza sancionada que disponía de sala velatoria para indigentes porque por entonces sólo había dos empresas privadas de casas mortuorias. Es la número 3816 por si quieren tomarse la molestia de bucarla.

La Opinión consutló que importe promedio invierte el municipio para solucionar el problema de las sepulturas de los indigentes. Unos 400 mil pesos por mes, de acuerdo al ejercicio 2023. Es decir que con una tercera parte de lo que cuesta un concejal alcanza para velarlos a todos.
Un móvil del programa Sin Galera llegó al lugar, recordó la historia del nacimiento de los centros de salud, un proyecto del por entonces Concajal de la Unión Cívica Radical que más tarde sería intendente: el Dr. Juan José Sánchez.
Estaba orgullos de traer la experiencia chilena de centros sanitarios de atención primaria a cada barrio para evitar el colapso hospitalario y favorecer el control de los niños. Vacunar, prevenir, ayudar a evitar el embarazo adolescente, monitorear y contactar a las familias de distintas zonas y de las localidades permitieron la puesta en marcha de los centros 1° de Mayo con la Ordenanza N° 3.804, El Amanecer, Mateo Sbert, Rossito, La Tosquera, Doyle, Gobernador Castro (luego Hospital 26 de Julio), el intercultural y Depietri o el de Río Tala con la Ordenanza N° 3.749.

Estos radicales no sólo no caminan sino que no leen la historia de sus antecesores en el cargo.
Tampoco pensaron en el gasto en personal, la provisión de elementos para la sala velatoria y por cierto nunca vieron que el edificio que pretendían usar ha sido saqueado una y otra vez porque estuvo pensado como casa de los cuidadores del cementerio. Jamás tuvieron en cuenta que duerme el sueño de los justos un expediente tramitado por el Dr. Gabriel Sayago con planos incluídos para establecer un centro sanitario donde se construyó del Centro Comunitario de Depietri, en el centro de los barrios Arcor. Futuro, 84 viviendas, con acceso de vecinos de Bajo Puerto y aledaños.
“Son caros aunque no cobren”, dijo un viejo dirigente radical que anunció que su renuncia al partido es inminente.
Una calamidad que nadie pudo explicar y por la que hay que seguirles pagando el sueldo máximo que se votan cada año a cambio de formar parte de esa corporación silenciosa que ha hecho del poder legislativo local una cueva de acomodos y encubrimientos que incluyen la falta de investigación sobre la sucesión de estafas que se han perpetrado en materia de obras públicas adjudicadas de manera directa a cooperativas que cobraron y se fugaron, como se puede constatar en las 84 viviendas y en la Cooperativa Nuestro Sueño.
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