Agarrate Catalina es una murga uruguaya que, este año, en su recitado de retirada dijo: “Uno nace donde le toca. Nace, crece y se muere, muchas veces, donde le toca, atado a un pedazo de mapa, al azar, entre tal calle y tal otra, en una esquirla de la civilización, en unos pobres metros, en el mundo. Pero aunque uno pase toda su vida intentando escapar, yéndose, o siendo de todos los lugares; aunque uno se arranque la piel, o la intente olvidar, uno siempre va a saber, que en algún lugar en el mundo, en algún domingo frío como todos los inviernos, o en la noche más larga de todos los veranos, va a estar la ciudad, su ciudad, esperando por uno”.
Y cuando veo el esfuerzo renovado de los jóvenes de Santa Lucía peleando por lo que es de ellos, por esta Semana de la juventud que a través de años y años luchan y la hacen crecer llenos de orgullo y trabajo, no me caben dudas de que esos “pobres metros en el mundo” no lo son para nada, más bien son sin duda la fuente de grandes sueños, proyectos y esperanzas para salir adelante.
Por eso, si bien partí del pueblo hace años, tal vez muchos ni me conozcan, siempre que puedo participo o trato de aportar mi pequeño granito de arena apoyando a los de ayer, a los de hoy, a los que mañana seguirán trabajando para que Santa Lucía sea un buen lugar para ser feliz.
Quiero contarles, que a partir del 24 de octubre, se realizará en Cartagena de Indias, Colombia, el III Encuentro Iberoamericano Carta Joven 2010, donde representantes de todos los países presentan proyectos juveniles y representan su país. Este año, he tenido el placer de ser seleccionado para representar a la Argentina en este encuentro y, como parte del trabajo, debo presentar un ejemplo de trabajo de los jóvenes, de representación de ideales, de lucha por lo que quieren y por no dejarse caer cuando las cosas se complican. Por eso, me he tomado el atrevimiento de tomar el trabajo de ustedes y llevar al encuentro la “Semana de la Juventud de Santa Lucía” para que los Jóvenes de todo Iberoamérica tengan como ejemplo la labor que ustedes realizan cada año.
Es por eso que quería compartirlo con ustedes, para que no bajen los brazos y para que sepan que todos sus sueños, proyectos y ganas irán en mi valija para que todos sepan lo que un pueblo puede hacer por el bien de todos, tal vez por que uno siempre va a saber, que en algún lugar en el mundo, en algún domingo frío como todos los inviernos, o en la noche más larga de todos los veranos, va a estar Santa Lucia, esperando por uno…
Hasta pronto
Ekel Marich
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