El caso de Sergio Ríos Aguilar no es el primero pero sí uno de los únicos que trascendió en primera persona. Decidió renunciar a su empleo estable y alejarse del municipio.

Pasó por varias áreas y funciones, se capacitó para diferentes tareas y cuando cambió la titularidad de la Secretaría en la que se desempeñaba lo excluyeron. Primero hubo rumores de derivación al área de Cementerio como ya ocurrió con otros trabajadores y por último lo destinaron al Corralón Municipal.

Qué sucede con el dinero que la sociedad invierte en la planta municipal y por qué hay equipos que se frustran cuando observan que se castiga a quien “comparte un estado de WhatsApp” o “es leal a un funcionario”. Renunciar le permitió relatar lo que viven otros compañeros en diferentes gestiones.

“Para mí fue mucho más importante mi paz mental, mi tranquilidad y el respeto hacía mí mismo”

Sergio Ríos Aguilar en Sin Galera

Habló de la situación que vivía a diario cuando llegaba a su trabajo y nadie le dirigía la palabra o asignaba tareas. De su responsabilidad en el manejo del Plan Recreo y de las tareas administrativas que se sentía capaz de realizar. Explicó también cómo pasó de “eventos, actividades y de manejar un montón de cosas a estar absolutamente congelado”.

En el último día hábil de abril se le informó que su próximo destino sería el Corralón: “Hablé con la
secretaría de Ariel Alvarez y me dijo que el lunes tenía que presentarme en el Corralón a las seis de la mañana (…) imaginate mi cara de sorpresa” manifestó Sergio durante sus declaraciones al programa Sin Galera.

Parecía que de cierta forma lo “estaban escondiendo en un rincón del municipio donde no jodiera, no molestara”, concluyó.

Un día martes 2 de mayo, Sergio agradeció la amabilidad y la buena recepción, y decidió presentar su renuncia a su empleo. “Esto no es contra una gestión en particular”, aclaró para señalar que ha visto a muchos de sus pares tener que resignarse a trabajar menos o en todo caso nada, porque comienzan a pedir licencias.