La artista “trans sudaca” actuó el domingo en ese espacio cultural, con parte de su grupo, “Bandada de Colibríes”. El patio de Casa Raíz se vio colmado para la presentación de la cantante, que recorrió el repertorio de zambas, chacareras, vidalas, huaynos, candombes, milongas y coplas que forman parte de sus dos discos.
Antes, Tambores sin Fronteras le regaló un set percusivo y Román Solsona hizo una sentida presentación.
Uno de los momentos más significativos fue el abrazo que Susy Shock se dio con una de las integrantes de la Comisión Directiva de la Biblioteca Popular –había varias–, en medio del show y entre el público, luego de la polémica con esa institución que envolvió al espectáculo.
La Biblioteca dispuso que en su sala no puede haber manifestaciones “político partidarias o religiosas”, lo que para el Centro Cultural Aníbal de Antón significó condicionar a la artista, por lo que desistieron de hacer el show en ese lugar.
“Rechazamos la falsa moral, la hipocresía y la discriminación de cualquier índole”, dijeron desde la institución en un comunicado en el que destacaron la labor artística y militante de Susy Shock y aclararon que fue ella quien decidió no tocar allí.
Desde el Aníbal de Antón agradecieron la predisposición que hubo históricamente desde la Biblioteca Popular para el desarrollo de sus actividades, que desde hace 15 años suele tener lugar en esa sala. Entre anécdotas, cartas abiertas al poder –leyó la que le dedicó a monseñor Aguer–, relatos y poemas que reivindican los derechos trans y visibilizan la discriminación de la que son objeto las travestis, la artista desplegó su arte.
El final del concierto fue a capella y cantando con el público la copla “Canto colectivo”. Susy Shock agradeció especialmente a la activista trans Alexa Pettone y destacó su labor por los derechos de las diversidades sexuales.