Tiene que operarse, Ioma le cubre las prótesis pero no los médicos y necesita $ 200 mil
Guadalupe Cerdá cayó de su moto el sábado tras chocar con un gato. Sufrió lesiones en la rodilla y una importante fractura en un brazo. El martes será intervenida quirúrgicamente en sanatorio Coopser. La obra social cubre las prótesis que necesita pero a los médicos tiene que pagarle los honorarios, por lo que lanzó una campaña de colaboración.
El martes, en sanatorio Coopser, Guadalupe Cerdá deberá someterse a una intervención quirúrgica tras sufrir un accidente en moto el sábado pasado. Su obra social, IOMA, cubre las prótesis que necesita pero no los honorarios médicos, que ascienden a 200 mil pesos.
Guadalupe es empleada doméstica registrada y también cubre suplencias como auxiliar docente, por eso tiene la obra social del personal público del Estado provincial. El sábado, a pocas cuadras de su casa se le cruzó un gato y se cayó de la moto.
“Me caí del lado derecho, tengo hundimiento de platillos tibiales en la rodilla derecha y el brazo quebrado en tres partes”, informó este jueves en Radio Cuarentena la joven de 31 años y agregó: “Del brazo, arriba es una reconstrucción total, casi. Es una operación larga, de seis horas, me dijo el doctor”.
“Dicen que IOMA está funcionando muy mal”, señaló respecto de la situación por la que atraviesa y que generó la necesidad de solicitar colaboración a la comunidad para alcanzar el monto necesario.
“En caso de no llegar vamos a ver de sacar un préstamos. Estuvimos averiguando, pero por 200 mil pesos por tres años terminás pagando 800 mil pesos, en una financiera”, reveló y agregó: “Se nos va mucho”.
Contó que la operan en el sanatorio Coopser porque “en el Hospital se podía hacer, pero no hacen artroscopía de rodilla y además las prótesis tardaban dos meses, aproximadamente. Nos dijeron que en el privado llegaban en menos de una semana”.
Las dos intervenciones quirúrgicas serán el mismo día, “porque si no después debería pagar aparte el anestesiólogo”, informó. Guadalupe dijo que tiene “un dolor constante”. Su marido y su hijo de 14 años la acompañan para las tareas cotidianas, puesto que no puede valerse por sus propios medios.
“Me dieron un certificado por 90 días, con rehabilitación, todo. Después tengo que hacer kinesiología, que con IOMA nos salen 5 mil pesos las cinco sesiones. Para todo hay que pagar: cada consulta al traumatólogo, 1200, el electro, 1000; las tablillas inmovilizadoras las tuve que comprar y me salieron 6 mil pesos”, detalló.

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