En un fin de semana clave, las casillas de turismo estuvieron cerradas. Decenas de visitantes buscaban información en la que está ubicada en 3 de Febrero y Mitre.
Cuando La Opinión publicó la foto en su página web la respuesta fue contundente: Pusieron carteles con los horarios de atención. Un verdadero disparate si se toma en cuenta que hoy por hoy es el único dinero que ingresa al circuito económico de una ciudad que sólo tiene aire puro y paisajes para brindar.
La situación provocó la rápida salida de Villafuerte del gabinete local.