Turnos en el Hospital: otra vez, largas colas durante la madrugada
Al menos dos personas describieron lo que viven y padecen para acceder a la atención de algún especialista. Los viernes es el día que se convierte en una lotería, donde muchos aguardan horas para que les digan que deberán seguir esperando.
“Hasta que no les paguen a los médicos lo que corresponde, esto va a suceder. No puede ser que te den los turnos los viernes únicamente. Y para conseguirlo tenés estar desde la una o dos de la madrugada haciendo cola, fue el resumen de Susana, que hace varias semanas intenta ser asistida por un cardiólogo.
“Para un gastroenterólogo te dan 10 números. ¿Cómo puede ser? Eso es porque no son bien pagos. Vienen de afuera, atienen 10 personas y se van”, sostuvo Carlos, otro “valiente” que también regresó a su casa con las manos vacías.
“¿Y si tenés un problema y necesitás atenderte lo más rápido posible? ¿Cómo hacés si necesitás un cardiólogo como es mi caso? Hace tres semanas que vengo por un turno y no lo consigo”, reclamó Susana indignada , quien hizo una mayor descripción de lo vivido.
No es un problema de estos días, sino que viene ocurriendo hace varios meses, o años. Muchos han padecido la insufrible espera en horas tempranas, multiplicando las quejas, y que nunca han sido resueltas desde el Municipio.

No hay objeciones por la atención. Las críticas son recurrentes cuando se hace un sacrificio por lograr que un especialista te atienda. “He ido a las 5.00 de la mañana, no conseguís turno. Hoy (por este viernes) fui más temprano y tampoco conseguí. La cola llegaba hasta la guardia. No puede ser”, fue su experiencia.
Si bien resaltó la amabilidad en la atención del grupo de mujeres, Susana pidió que otros empleados anticipen los cupos existentes y hacer que nadie esté horas esperando. “Podrían salir con un cuaderno, tomar nota y decir que hay pocos turnos, o colocar carteles que anuncien que no habrá atención en cardiología o gastroenterología, por ejemplo. Que no jueguen con los pacientes”, reclamó.
Personas mayores también madrugan, con cobertura de PAMI. Convierten en una odisea su recorrido desde sus casas, que se completa con la fastidiosa espera para asegurarse la visita a un facultativo. “Vi abuelos cansados, que decían tener dolores en las piernas y aguantaban. Todo es una vergüenza”, recalcó.
“Lo único que pido es que actúen distinto con los pacientes. Todos estamos peleando por lo mismo en medio de una situación económica complicada. Y si la gente se enoja tiene razón. Paguen bien a los médicos. En vez de gastar tanta plata en fiestas, que empiecen a preocuparse por la salud”, concluyó.
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