Un crimen, una propiedad fiscal con dueños y una disputa desde la cárcel para recuperarla
Una propiedad ubicada sobre la avenida costanera, en el mejor mirador de barrancas quedó literalmente cercada esta semana. Su heredero está preso, condenado por el asesinado de Omar "el tucumano" Gómez y desde la cárcel hizo oír su denuncia en Sin Galera.
La noche en la que Omar “el Tucumano Gómez” encontró la muerte, fue una más de las que se vivían en la esquina de Aníbal de Antón y la avednida costanera. Allí donde alguna vez estuvo el barrio La Cruz, cuando lo único que existía eran ranchos, nació Kevin Corvalán y sus hermanos.
Cuando se abrió la avenida y las familias fueron relocalizads en el Barrio 49 Viviendas sobrevino una arremetida inmobiliaria que excluyó a casi la totalidad de los vecinos que tenían sus viviendas en el sector superior de las barrancas como antesala del barrio residencial más caro de la ciudad de San Pedro. La disputa con mayor repercusión duró más de una década y tuvo a la familia Melgar como protagonista. Defendieron sus derechos y hoy hay más de cuatro viviendas construidas en la manzana en la que nació y creció la familia.
Dos cuadres más atrás, la suerte no fue la misma. Hay varias casas que conservan a sus antiguos dueños y otros lotes que fueron vendidos o tranferidos en distintas operaciones que se gestaron al amparo de la necesidad o de la especulación.
“Un empresario que quiere las tierras del boulevard. Yo me hago de la muerte con 20 años de prisión y en San Pedro hacen lo que quieren con los terrenos”, dijo Corvalán respecto a la propiedad costera por la que denuncia a quien compro o se quedó con varias en la zona: “¿Quién paga lo que lo hicieron a mi familia?”

La pequeña porción de terreno que ocupada la precaria casa de chapas de Kevin fue demolida horas después del asesinato. El joven fue condenado a cumplir 18 años de cárcel por el homicidio y desde el día en que lo detuvieron, se ocupó de mostrar la documentación que lo acredita como propietario de ese predio, donde ahora habita un familiar Javier “Javito” Duarte.
“Nosotros pagamos con cárcel por el crimen, pero los otros no pagan nada”, dijo desde la unidad penal en la que está alojado, respecto a quienes pretenden quedarse con la propiedad.
Las palabras despertaron muchas versiones en la audiencia que recuerda lo acontecido con ese lugar y con otros predios costeros hoy ocupados o usurpados e irrecuperables para la población. Corvalán destacó que su madre también fue engañada y que ha sido la justicia la que le dio la razón.
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