Algunos remisses trasladaron a los precios los altos costos de reparación de sus vehículos y el aumento de combustible. Además de los pocos autos que quedan en circulación y las irregularidades en varias unidades que no se encuentran en condiciones, se suman ahora los que llevaron la tarifa mínima a 5 pesos, contra los 4 que cobran otros a los que ya denominan “desleales”.
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