Una recorrida por el Delta: “La quema de islas es como serruchar la rama donde uno está parado”
Los incendios hacen estragos en las islas, a lo que se suma otra de las preocupaciones para la zona: la bajante histórica del río Paraná. La Opinión navegó junto a Hugo Binimelis, quien analizó la situación que atraviesa el Delta.
Las quemas en las islas continúan marcando agenda tras una semana en que la ciudad registró un clima casi inhabitable. La lluvia de Santa Rosa fue un alivio, pero la situación es delicada en todo el Delta y la comunidad aguarda respuestas concretas por parte del Estado, que este miércoles reunió en San Pedro a todos los organismos involucrados en la prevención y el combate de los incendios.
A estas alturas, indudablemente los incendios indiscriminados son provocados por la intervención del hombre. Recientemente en Radio Cuarentena, la referente de Conciencia Ecológica dio cuenta de esto y el apicultor Fabián Del Pardo amplió el panorama en relación a cómo lo viven los isleros.
Esta semana La Opinión navegó para registrar el estado de situación de las islas y el río desde las costas sampedrinas. A bordo del catamarán del precandidato a concejal por la UCR en Juntos Hugo Binimelis, se localizaron las zonas de las que provenían columnas de humo negro.
Desde la costa de San Pedro, los mismos focos, en relación a los días previos, poco a poco comenzaron a disiparse pero por acción del viento. Antes de la lluvia, el humo se dirigía con sentido hacia Zárate.
Durante la travesía pudo constatarse otras de las grandes preocupaciones que hay en el río: el bajo nivel de Paraná, tanto en el riacho y la zona navegable, como en el área de los balnearios de los clubes.
Hugo Binimelis explicó que son varias las causas que intensifican el desastre. Recordó que las intervenciones realizadas en el río para modificar el cauce son una de las cuestiones en las que hay que buscar las razones por las que la bajante histórica del Paraná afecta de la manera en que lo hace al distrito.
“la mano del hombre, todo lo que haga, generalmente tiene consecuencias a veces predecibles y otras veces totalmente impredecibles”
Hugo Binimelis
Binimellis señaló que los inconvenientes aumentaron tras la apertura del canal Don Pablo, que modificó el cauce del río con fines comerciales. A causa de estas intervenciones, las bajantes son más críticas. El río registra un nivel de 1,50 m en las zonas de los balnearios y entre 6 y 4 en zonas navegables.
Hombre de río, él cree que los responsables de las modificaciones que involucraron al canal Don Pablo “no midieron las consecuencias ecológicas que hoy estamos viendo”. Sobre el caso del riacho San Pedro, recordó que se abrió con el fin de darle corriente al Paraná y permitir la navegación.
Con La Rinconada sucedió algo similar y la corriente promovió la sedimentación, por lo que se forman islotes, rápidamente proliferan juncos y “toda esa vegetación, cuando vuelve a subir el agua, detiene la corriente y hay más sedimento”, explicó.
Binimelis indicó que desde el año pasado los incendios tomaron las dimensiones que conocemos debido a la bajante histórica, las sequías que propagan el fuego y la ausencia de lluvias que neutralicen los focos.
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