Quizá para aplacar el enojo de motociclistas y automovilistas, las autoridades del área de Inspección General decidieron pintar de amarillo las vainillas instaladas en distintas avenidas de la ciudad para reducir la velocidad de los vehículos. Desde que fueron instaladas en el Camino Crucero General Belgrano, Lucio Mansilla, 11 de Septiembre y camino Juan Ismael Jiménez, cosecharon miles de quejas e insultos por los daños que provocan en los vehículos y en el caso de los rodados de menor porte; de sus conductores. Quizá ahora que se verán desde lejos, se tomen las precauciones necesarias para evitar más accidentes.
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