La mediática, influencer y empresaria Wanda Nara llegó a la Argentina tras el denominado “Wandagate”, el escándalo que protagonizó con su esposo, el futbolista Mauro Icardi, y la actriz María Eugenia “La China Suárez”. Cuando bajó del avión en Ezeiza, se encontró con fans y con los medios. A su lado había un guardaespaldas: el sampedrino Agustín Longueira.

Hermano del presidente de Coopser e hijo de Jesús Longueira y Ana Luna, tiene 32 años. Exgranadero, supo ser cuidador del Aeroclub en el predio del Aeródromo y también fue encargado de barras en un reconocido boliche local.

Su rostro resultó familiar de inmediato entre los sampedrinos hasta que muchos se dieron cuenta de que se trataba, efectivamente, de un personaje conocido en la ciudad que este lunes estuvo en todos los canales de televisión como acompañante de la mediática del año.

Wanda Nara habló con los medios rodeada de sus hijos Valentino, Constantino y Benedicto, de su matrimonio con el también futbolista Maxi López, y Francesca e Isabella, fruto de su relación con Icardi. Con ella, inseparable, estaba Agustín Longueira.

“No empuje, señor, no empuje”, le dijeron los periodistas al intentar abordarla para hacerle preguntas. Wanda Nara accedió y respondió ante las cámaras de televisión. “No me toque”, dijo el periodista. “No lo estoy tocando”, retrucó Longueira.

El sampedrino es desde hace tiempo “custodio VIP”. Trabajó ocho años de Gobierno, “siempre con famosos, empresarios y políticos”, y hasta fue custodio de la expresidenta y actual vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.