Si bien es muy caro para el sentimiento de los sampedrinos señalar a un número uno, existió un deportista que en su rol de líder fue único e insuperable a tal punto que ni los grandes campeones de hoy logran prevalecer.
Tuvo estilo, coraje e identidad propia y se llama Lorenzo Luis García. Su nombre fue coreado por grandes multitudes en los escenarios más emblemáticos del deporte argentino y el “Loooreeeenzo, Loooreeeenzo” se escuchaba como el himno de aliento en cada una de las veladas que engalanaba.
Lorenzo García fue tan número uno que sabía cómo y cuándo reinventarse para volver a dar pelea, y ni el cambio de categoría lo afectaba. Mañoso arriba y abajo del ring, se daba el gusto de guiñarle el ojo en medio de la pelea a algún amigo que lo alentaba desde el borde de los tablones del ring.
Fue Lorenzo García el que bajó “a los bifes” a las estrellas del momento como Uby Sacco, “Pajarito” Hernández, el “Puma” Arroyo, o “Locomotora” Castro, por citar algunos casos, mientras que entre medio de estos combates inolvidables estuvo cerca de convertirse en campeón mundial cuando en enero de 1984 cayó ante Johnny Bumphus, perdiendo por puntos en 15 asaltos en el Atlantic City de Nueva Jersey.
Este sampedrino, sin marcas en la cara, que ni siquiera se despeinaba, se dio el gusto de llenar el mítico estadio Luna Park en una época donde solo sucedía con estrellas de la talla de Carlos Monzón, Nicolino Locche, Ringo Bonavena, el show de Frank Sinatra o el casamiento de Diego Maradona.
Estos son algunos de los argumentos que justifican a un deportista para transformarlo en un verdadero número uno, el mismo que arrancó como boxeador amateur en 1972, que en 1977 arrancó en el campo rentado y hasta 1993 no paró.
En 1980 se consagró por primera vez campeón argentino, título que defendió en reiteradas oportunidades. Las 202 peleas, los 146 triunfos, los 25 empates y las 31 derrotas, lo avalan para ponerlo en lo más alto del podio, el único que durante dos décadas cautivó a los sampedrinos transformándose en un verdadero fenómeno difícil de superar, como cuando se subía arriba del ring.
Lorenzo García (BoxeO): El púgil que nació el 21 de junio de 1956 y falleció el 7 de noviembre de 2018 debutó como amateur en 1972 en un combate en San Nicolás. En esa condición, fue campeón zonal y argentino en el gimnasio Eduardo Romairone de Paraná, título que logró en diciembre de 1980 y defendió con creces en reiteradas ocasiones. Su inicio como profesional fue en su ciudad natal y gracias a los éxitos llegó a combatir en el mítico Luna Park en diferentes oportunidades, una de ellas en 1983 frente a Ubaldo “Ubby” Sacco en una velada que convocó más de diez mil espectadores. Un año después disputó un título mundial en Estados Unidos contra Johnny Bumphus y cayó por puntos. García se retiró en 1993 con 202 peleas de las cuáles ganó 146, empató 25 y perdió las 31 restantes. En 2006 realizó en Mitre una exhibición frente a Jorge “Locomotora” Castro a quien enfrentó varias veces durante su carrera y lo definió como “su rival más complicado”.