Zorzal Colorado: el que despiertan con su canto en las madrugadas sampedrinas
Si bien es un pájaro conocido y tradicional en nuestro país, en los últimos años fue afianzándose su llegada a las ciudades. Es reconocido por su trinar potente y constante. Siempre ha cantado con la salida del sol, pero los especialistas dicen que se anticipan cuando confunden las luminarias de las calles con el amanecer. ¿Será cierto?
La llegada de la primavera está signada por varias características en nuestra región. No solo estamos perfumados por los azahares de los frutales, sino también por otros detalles típicos de la época, y en los últimos años con la presencia del despertador de las madrugadas: el zorzal colorado.
Esta ave típica de una amplia región de Sudamérica, tiene vuelos migratorios que se dan entre la Patagonia y el litoral atlántico brasileño. La presencia masiva en el país vecino ha llevado a ser considerada “ave nacional” desde octubre de 2002.
Su paso por San Pedro se da a comienzo de la primavera y llega hasta fines de enero. Se destaca por su potente trinar, que últimamente se escucha mayormente en las madrugadas, para algunos desde las 3 y otros con los albores de cada día, anunciando la salida del sol.
Puede ser tedioso, insoportable por la penetración en los oídos, interrumpiendo el descanso. Y si es diurno, su melodía cautiva. Siempre quien se posa para cantar es el macho.
Esa particularidad de sus recitales en la madrugada, según los especialistas, se da porque confunde las luminarias callejeras con los rayos del sol.
Está emparentado con los tordos y los benteveos; en algunos países es zorzal, simplemente; y en el norte argentino es el chalchalero, el mismo nombre impuesto al exconjunto folclórico, por alimentarse del fruto del chal-chal.
El Turdus Rufiventris mide 23 cm aproximadamente y puede vivir hasta 30 años. En detalles, se lo identifica por el anillo periocular amarillento, pico amarillo en el macho, dorsal pardusco, garganta blanquecina estriada de pardo, pecho gris ocráceo, alas y cola pardas, abdomen y subcaudales rufo anaranjado, o color ladrillo, que le da el mote de “colorado”.
Se alimenta de insectos, arácnidos y frutos. Es en esta época cuando busca aparearse para formar el nido en forma de taza, utilizando barro mezclado con vegetales. A su vez, marca su territorio para que otros no lo invadan.
Los estudios realizados por especialistas indican que en la provincia de Buenos Aires comenzó a extenderse durante la segunda mitad del Siglo XX, atraído por los talas del noreste bonaerense, incorporándose lentamente a las tramas urbanas.
Como con cada especie, también pesa sobre éste el mito: el zorzal colorado representa la alegría, la iluminación, la felicidad; viene a traernos la esperanza; ayuda a conectar con nuestra chispa interior y es portador de buenas noticias.
Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión