“Yo sé que estamos en un momento difícil y la gente está desesperada. Pero es mi herramienta de trabajo, por favor que lo devuelvan”, dijo en su mensaje Zunilda López el sábado por la mañana en Sin Galera.
La enfermera que buscaba el oxímetro que olvidó en la casa de alguno de los pacientes que visitó en la semana necesitaba recuperarlo. No fue el suyo sino el de una familia solidaria que al escucharla le donó uno para que siga en esa recorrida que le permite sumarle a una jubilación mínima algunos pesos para poder “seguir trabajando”.
Zuni, la dueña de se aparatito negro “con bordecitos violetas”, terminó contando su pequeña gran historia de enfermera, la profesión que la marcó incluso cuando recorría la zona rural a cambio de alguna docena de huevos, dulces o chacinados que le ofrecían los pacientes. “Yo iba a los campos, aunque hiciera frío y siempre me venía con algo”, le dijo a Lilí Berardi durante el programa y en menos de cinco minutos repasó su trayectoria como intensivista en la ex Clínica San Martín, donde prestó servicios sin que sus aportes le fueran suficientes a la hora de su retiro.

“Me metí en la Reparación Histórica y ahora voy a cobrar 22.000 pesos”, dijo a una audiencia que en los días que corren saben que el aparato que mide la saturación es tan imprescindible como el termómetro en cualquier lugar al que puede entrar el coronavirus.
“Me protejo mucho, me cuido y salgo”, agregó la mujer que también relató su paso por una cuadrilla de las que actuó en la pandemia durante 2020 y a la que tuvo que abandonar por una operación a la que debía someterse su hijo pero a la que dijo estar dispuesta a volver si la necesitan y sin cobrar un solo peso.
También se entusiasmó cuando se le planteó cooperar en alguna de las terapias intensivas si la convocaban aunque sea algunas horas.
El sábado a la tarde envió su foto, agradeció a quienes le donaron el nuevo aparato; estaba feliz. Tiene nuevamente el equipo completo para visitar pacientes.
Desde otro lugar de este pueblo solidario, horas después del porgrama otra mujer a la que ese momento de aire le tocó el alma, envió este mensaje: “me olvide de mandarte que Zunilda ya tiene su oxímetro, le pedimos que no diga que se lo compramos nosotros, está muy agradecida con vos por el espacio para que sucedan estas cosas”.
No podemos revelar la identidad de los donantes en La Opinión pero si mostrar las dos fotos que envió la enfermera.
“Me mandó después una foto de ella en las instalaciones de la ex clínica San Martín en la parte de terapia”, dijo quien pensó que esa imagen podía nutrir el archivo del muro Refundar San Pedro donde diariamente este medio publica contenidos de su archivo.
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